En el preciso momento en que Mariano se subió a la
camioneta, supe que sería un día de lo más divertido. Sobre todo para mí,
porque iba a tener a mis dos chongazos luchando por quién ayudaba más.
Y no me equivoqué demasiado eh. Cuando llegamos, y
Mariano me acompañó a abrir el departamento, me encontré con que había conseguido
para mí una cocina, una cama y una mesa con 2 sillas.
Me sorprendí, no lo voy a negar, pero sigo pensando que
este chico es demasiado. Bueno, al menos demasiado para mí.
Después de bajar las cajas, esperé que los dos se fueran.
Pero al parecer, ninguno de los dos parecía sentir que sobraba. Así que,
incómodamente, se me ocurrió sacar el calorito (no sé si conocen lo que es,
pero sirve para calentar agua, eléctricamente, dentro de un recipiente, que en
este caso sería el termo) y ofrecer unos mates para romper el hielo. Porque
hasta ese momento yo hablaba con Mariano y con Nicolás, pero entre ellos sólo
se miraban.
-Pensar
que yo vine para ayudarte y tenés todo hecho…-
tiró Nico.
Yo quise que la tierra me tragara, porque la manera de
romper el hielo de Nicolás, había sido totalmente desubicada. Y estaba
planteando que Mariano estaba de más. En realidad, planteaba bien, sólo que él
TAMBIÉN estaba de más.
Después de unos mates, Mariano dijo que tenía hambre y
que POR FIN, me quería dejar “sola”. (Lo más chistoso, es que hizo las comillas
con los dedos, creo que sin darse cuenta) Y Nicolás acotó que no me quedaba
sola, porque había visto que lo más correcto, en mi primera noche, era que él
se quedara conmigo.
IDIOTA.
Correcto para vos, no para mí. Yo quería pasar mi primera noche sola en Haedo,
inútil.
Se despidió de Nicolás y salimos al palier. En ese
momento incómodo en que sólo dije “gracias por todo”, Mariano atinó a darme un
beso.
Paremos las rotativas. Sin dudas, esto comenzaba a
ponerse raro. Y Marian debía
entender, de alguna manera, que un gracias, no se responde con un beso.
#EstásAlHornoMarian
Salio con fritas!
ResponderEliminar