Lo que más me preocupaba de mudarme, era dejar mi
departamento en buenas manos. Y ahí es cuando aparece la figura de Ferchi, una
compañera-amiga de la secundaria, en primerísimo primer plano.
La verdad que durante la secundaria -para mí, la peor
etapa de mi vida en cuanto a lo emocional- no fue la más más amiga, sino que
era una compañera del curso con la que nos llevábamos bien, hablábamos en
algunas horas libres, intercambiábamos apuntes de vez en cuando, y no mucho más
que eso.
Pero cuando terminó la secundaria y empecé a estudiar
Letras, me la crucé en mi primer día de Facultad. Y bueno, de ahí en más, empezamos
a vernos bastante más seguido y, hasta nos juntábamos a preparar los exámenes.
Las dos nos sentimos infelices estudiando Letras y ella
decidió estudiar Medicina, al tiempo que yo surfeaba otras opciones, dignas de
terapia.
En fin, Fernanda estaba en su último año de Medicina,
mientras yo aún buscaba mi lugar en el mundo, pero bueno.
Puse la pava en el fuego y, mientras preparaba el mate,
tomé el celular y, sin pensarlo, llamé a Ferchi.
Hablamos bastante. Su idea es
mudarse cuanto antes, así que eso me puso un plazo a mí también.
-Cuanto
antes, mejor Caro…así me acomodo mejor, ahora que no estoy con tanto laburo en
el hospital-
-Bueno,
qué te parece si arreglamos para vernos, de paso tomamos unos matecitos y
charlamos sobre el tema…-
-Dale,
te parece hoy? Justo me cambiaron la guardia, así que hoy tengo el día libre…-
-Genial.
Te espero en un rato, dale?-
Las distancias en Santa Fe no son extremadamente lejanas,
por lo que “en un rato” eran cuarenta y cinco minutos, una hora como mucho.
Acomodé un poco la casa -que tampoco era tanto, porque
Toi se había quedado el finde acá y no tenía tanto quilombo- y enganché una
vieja novela en la tele, mientras hacía tiempo que Ferchi llegara con todo su
buen humor y su alegría.
-No
sabés cómo estoy…después de tantos planes, nos fuimos a vivir juntos y así me
pagó el muy idiota…-
Bueno, justamente hoy no estaba de tanto buen humor ni
muy alegre.
-Por
eso me quiero mudar lo antes posible…porque estoy durmiendo en el living de mi
vieja, en el sillón. Imagináte con el humor que voy a la residencia, ¿no? -
dijo prendiendo un cigarrillo y devolviéndome el mate.
“La oportunidad hace al ladrón” reza el viejo dicho, así
que ésta era mi oportunidad perfecta para solucionar dos cosas de un tirón: que
Ferchi estuviera bien y que mi departamento quedara en buenas manos.
-¿Te
parece que la semana entrante te mudes?-
-Ay,
sí Caro! Después me pasás el número de tu cuenta y yo te deposito ahí la plata…
Y, ¿ya sabés dónde vas a vivir allá?-
-Sí Ferchi, eso lo arreglamos en la semana. Y sí, tengo
un chongazo que me está por alquilar un monoambiente allá, que no sabés lo que
es…-
Bueno, ahora empezaba la parte más linda de planificar y
la más compleja. Así que ya les voy pidiendo perdón si me cuelgo un poco con
contarles las cositas que van surgiendo, pero prometo que me hago un blanquito
y les voy contando igual…
Apenas se fue Ferchi, empecé a hacer la famosa listita de
los neuróticos, con el paso por paso y la cantidad de cosas a solucionar antes
de sacar el pasaje y acordar horario de llegada, para recibir las llaves del
departamento.
Y acá me encuentran, relatando mi día y haciendo algunas
cosas en la pc, así me voy organizando de a poquito.
#QuéTieneQueLlevarCarola?
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