miércoles, 3 de julio de 2013

XXXIV. Mi primer fiesta en Haedo.

Hace un ratito que llego de la inauguración del restaurante. 
Sí, como lo leen. Fue una LARGA noche.

Primero, hace un tiempo que ya estamos laburando, pero no habíamos hecho la inauguración oficial con las familias y los amigos de los que trabajamos ahí, así que Mariana -la jefa- organizó tipo fiesta para todos.

Así que a las cinco de la tarde, allí fui a ayudarle a cocinar y a preparar todo. 
Cuando ví todo lo que había para cocinar, me quise morir. Así que aproveché y le propuse a Mariana si quería que llame a una amiga para que me ayude, y de paso le dábamos una mano porque estaba sin laburo. Ella no tuvo problema, y allá fue Amanda con mi chaqueta y gorro.

Antes que Amanda llegara, acordé con Mariana todo lo previo -la mise en place, se dice en cocina-, así la desligaba de cualquier detalle mayor. De la cocina. Porque tuvo miles de detalles para cubrir en otros aspectos. Ja!

Para que empiecen a imaginar, mientras hervíamos papas, zanahorias y huevos, adornamos las mesas y armamos la lista de invitados, para que quede en la puerta. Robotina, un poroto.

Si hasta ahí estábamos cansadas, cuando empezamos a terminar, llegó la mejor parte. Faltaron dos mozos. Así que además de participar en la fiesta, también servíamos las mesas.
Me sentí una pobre provinciana explotada. Y lo peor, no sabía con qué cara mirarla a Amanda, porque pobre de ella, sólo había venido a cocinar...y mirá todo lo que estaba haciendo!

Por suerte, entre servicio, cocina y baile, tuvimos una performance ideal. Tomamos mucho, eso sí. Es que correr tanto te da sed. Ponéle.

No sé qué tan bien habrá quedado la imagen de la cocina bailando en la pista, porque estábamos con las chaquetas meta bailongo. Cada tanto volvíamos a la cocina para controlar que todo estuviera en orden y para ver que el resto de los mozos no hiciera lío.


Ah, a todo esto, como invitados estaban los de la inmobiliaria, por lo tanto, Mariano también estuvo allí. Así que entre cocina, moza y baile, también le di unos besos en el patio, cuando salíamos a fumar y nadie nos veía.

Así que bueno, después de todo esto, me estoy tomando unos mates con ustedes, mientras escribo y mientras le mando un mail a mi hermana. 

Mi primer fiesta en Haedo. Jua. Quién te ha visto, Carola.